Iza Stoll, AgustínHernández, Harold2022-02-022022-02-022019-06-02https://hdl.handle.net/20.500.13053/5469La relación del hombre con sus viajes y la salud viene de tiempos inmemoriales. Desde el nomadismo el hombre se desplazó buscando hogar, alimentación y bienestar; y al caminar por diversos territorios sufrió las inclemencias del tiempo; hubo hambre y necesidades que afectaron su salud. La relación entre viaje y salud, que se inició con la humanidad, continúa en el presente; aumenta progresivamente y se prolongará indefinidamente. George Mikes, un escritor irónico húngaro dijo lo siguiente: “Viajar es el nombre de una enfermedad moderna que quedó fuera de control a mitad de los años cincuenta y se sigue expandiendo. La enfermedad cuyo nombre científico es Travelitis Furiosus se transmite por la prosperidad.” Y efectivamente, en la medida en que el mundo ha ido mejorando económicamente (más en algunas regiones que en otras), los viajes son más frecuentes, menos costosos, más extensos y se pueden hacer por tierra, mar y aire.application/pdf79 - 87 p.spainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/SaludTurismoOcioHombreEl hombre, sus viajes y la saludThe man, his travels and healthinfo:eu-repo/semantics/articlehttps://doi.org/10.37768/unw.rinv.07.01.008http://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.03.05