Rosales Rimache, Jaime AlonsoCenteno Mamani, Yadira Diöne2024-11-292024-11-292024-07-07https://hdl.handle.net/20.500.13053/12256La leucemia linfoblástica aguda de células B (LLA B) es la más frecuente de la LLA en niños y adolescentes, cuyo diagnóstico incluye, el mielograma, inmunofenotipo, índice de ADN, citogenética y biología molecular. El monitoreo de esta patología puede realizarse mediante la evaluación de la enfermedad minina residual (EMR), que puede llevarse a cabo mediante pruebas de biología molecular como la reacción de cadena de la polimerasa (PCR) y la next generation sequencing (NGS) o por citometría de flujo de nueva generación (NGF), ya que se ha demostrado que ambas tienen semejante sensibilidad. La EMR a los 15 días después del diagnóstico evalúa la respuesta precoz del tratamiento y es usada actualmente como pronóstico independiente para estratificar el nivel del riesgo de los pacientes, que puede ser riesgo estándar (<0.1%), intermedio (0.1% - 10%) y alto (>10%) de recaída. Esta información es valiosa porque si fuera necesario puede cambiarse el tratamiento de inducción y prevenir recaídas posterior al termino de tratamiento. El riesgo de recaída es generalmente proporcional al nivel de EMR, aunque también depende de los subtipos de LLA según clasificación genotípica y fenotípica.application/pdfspainfo:eu-repo/semantics/openAccesshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/Leucemia Bifenotípica AgudaLeukemia, Biphenotypic, AcuteNeoplasia ResidualNeoplasm, ResidualPronósticoPrognosisEnfermedad mínima residual del día 15 ≥0.1% como predictor de recaída temprana en pacientes con leucemia linfoblástica aguda B del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, en el año 2020Minimal residual disease on day 15 ≥0.1% as a predictor of early relapse in patients with acute B-cell lymphoblastic leukemia from the National Institute of Children's Health San Borja, in 2020info:eu-repo/semantics/bachelorThesishttps://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.02.06