Resumen:
Existe una relación positiva muy baja pero significativa entre el síndrome de caídas y las actividades de la vida diaria, realizada con pruebas estadísticas que corroboran nuestra hipótesis dentro de la población determinada, logrando llegar a conclusiones positivas que nos permitirán desarrollar programas de tratamiento que nos ayuden a disminuir el riesgo de caídas y sus probables secuelas.