Patrón alimentario, percepción corporal y su relación con la salud mental en estudiantes de una academia preuniversitaria en Lima, 2025

Abstract

La presente investigación tuvo como objetivo general determinar la relación entre el patrón alimentario y la percepción corporal con la salud mental en estudiantes de una academia preuniversitaria en Lima, durante el año 2025. Se empleó un enfoque cuantitativo, de tipo básico, con diseño no experimental y nivel correlacional. La técnica utilizada fue la encuesta, y como instrumentos se aplicaron el Cuestionario de Frecuencia Alimentaria (FFQ), el Cuestionario de Imagen Corporal (BSQ) y la escala DASS-21 para evaluar la salud mental. La población estuvo conformada por 321 estudiantes, seleccionándose una muestra aleatoria de 175. Los resultados evidenciaron que el 64.6% de los estudiantes presentó un patrón alimentario regular, mientras que el 58.3% mostró una imagen corporal no aceptable. Asimismo, el 42.3% presentó una salud mental en nivel medio, siendo esta la categoría predominante. Se encontró una correlación positiva significativa entre el patrón alimentario y la salud mental (r = 0.687; p < 0.001), así como entre la percepción corporal y la salud mental (r = 0.706; p < 0.001). Finalmente, el modelo estadístico explicó el 54.5% de la variabilidad en la salud mental, según el coeficiente de Nagelkerke. Se concluye que tanto los hábitos alimentarios como la percepción corporal ejercen una influencia relevante sobre el estado emocional de los jóvenes, resaltando la necesidad de implementar estrategias educativas y de salud mental que aborden estas dimensiones de forma integral.

The present study aimed to determine the relationship between dietary patterns, body image perception, and mental health among students from a pre-university academy in Lima during 2025. A quantitative approach was applied, using a basic, non-experimental, correlational design. The survey technique was employed, using the Food Frequency Questionnaire (FFQ) for eating habits, the Body Shape Questionnaire (BSQ) for body image, and the DASS-21 scale to measure mental health. The study population consisted of 321 students, with a random sample of 175 participants. Findings revealed that 64.6% of the students exhibited a regular dietary pattern, and 58.3% reported an unacceptable body image perception. Additionally, 42.3% of participants showed a medium level of mental health, which was the most frequent category. A strong positive correlation was found between dietary patterns and mental health (r = 0.687; p < 0.001), as well as between body image and mental health (r = 0.706; p < 0.001). Furthermore, the regression model accounted for 54.5% of the variance in mental health, according to the Nagelkerke coefficient. In conclusion, both dietary habits and body image perception significantly impact students’ emotional well-being, underscoring the urgent need to implement educational and mental health strategies that integrate these factors in adolescent development.