Los problemas cervicales frecuentemente se asocian al síndrome cruzado superior que es una alteración de la función muscular cervical, traducida como una posición alterada de la cabeza en el espacio y en relación con el tronco en una vista lateral. Por otro lado, la mordida cruzada involucra una alteración a nivel de la articulación témporo-mandibular que se traduce como una relación inadecuada de los dientes y del maxilar inferior.