La evolución social acompañado del desarrollo tecnológico, orientado al alcance de los objetivos biopsicosociales perseguidos por todo ser humano incluye no sólo la adopción y conclusión de comportamientos lícitos establecidos por ordenamiento jurídico al cual se pertenece; sino también, se orienta a entender cuáles son los criterios psicométricos que adquieren mayor relevancia dentro del desarrollo del ser humano que lo orientan a propiciar la comisión de un acto ilícito, típico, antijuridico y culpable. En este sentido, la psicología jurídica al servicio del derecho, integra conocimientos científicos de validación correlacional destinado a entender y dotar de precisión científica las causas psicológicas principales que promueven la acción de una conducta ilícita y que, integradas al razonamiento lógico y jurídico del juez, promueven la resolución de una sentencia objetiva para las partes.