El cuadro agudo provocado por el COVID-19 y su expansión rápida género que muchos sistemas sanitarios colapsaran, la disminución de recursos como de ventiladores mecánicos, hizo que muchos optaran por la cánula nasal de alto flujo (CNAF) como medio alternativo para ayudar a los pacientes en estado crítico. Este equipo es un soporte no invasivo que administra oxígeno a altos flujos, con una temperatura y humedad adecuada, y puede brindar facciones de oxígeno hasta del 100%, además, presenta ciertos efectos fisiológicos que benefician a los pacientes. Predecir el éxito de la cánula de alto flujo nos permitirá no retrasar la entubación, donde el retraso puede aumentar la mortalidad, siendo el índice de ROX la herramienta para evaluar la CNAF