La β Talasemia es una enfermedad hereditaria de amplio espectro clínico que va desde asintomático hasta formas más severas, además es considerado una enfermedad regional que afecta principalmente a la zona del Mediterráneo y sus alrededores, siendo el flujo migracional el factor que expande geográficamente la enfermedad. El diagnóstico en los países del primer mundo se realiza con despistaje prenupcial, prenatal, neonatal y en sospecha clínica basados en técnicas que van desde electroforesis, HPLC hasta PCR. En el Perú su diagnóstico está basados principalmente en el uso de parámetros hematológicos de rutina como el recuento de glóbulos rojos (RBC), volumen corpuscular medio (VCM) y la hemoglobina corpuscular media (HCM), además de los índices talasémicos como Mentzer, Green and King, England and Fraser, relación M/H, electroforesis de hemoglobina y estudios moleculares, siendo estos dos últimos de difícil acceso por los costos onerosos, agudizándose más el problema en el interior del país donde no se cuenta con establecimientos de salud de mayor complejidad. Son muy pocos los estudios realizados y ninguno desde el punto de vista del screening laboratorial que utiliza parámetros hematológicos rutinarios o índices talasémicos en la sospecha clínica de β Talasemia menor de más fácil aplicabilidad.