La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una de las afecciones respiratorias crónicas con mayor prevalencia de morbimortalidad a nivel mundial, es así que la organización mundial de la salud (OMS) reportó que durante el 2019 se registraron más de 3,2 millones de decesos por esta causa en el mundo, siendo al día de hoy la tercera causa de mortalidad en la adultez mayor, reportándose en más del 90% de los mayores de 70 años, además el impacto de esta enfermedad sobre las personas que la desarrollan la posicionan en el séptimo lugar entre las causas de deterioro de la salud y mala calidad de vida a nivel global. Además de tener varias complicaciones respiratorias la EPOC también altera la función y estructura del aparato musculoesquelético, la evidencia en los cambios a nivel microscópico de los músculos muestra que el diafragma se atrofia un 25% además los cambios en la musculatura periférica y los síntomas propios de la enfermedad, limitan la tolerancia a las actividades físicas, causando empeoramiento de su salud y calidad de vida.